Mi hermano llevaba varios años viviendo en Hong Kong y no había tenido oportunidad de ir no por ganas,ni dinero, ni miedos(hay mucha gente que le da miedo a viajar sólo, es una experiencia alucinante, te lo recomiendo) mi caso era ¡¡ por tiempo!!.
Trabajaba para otros y eso me implicaba tener que coger vacaciones cuando ellos decían, confirmándome los días libres una semana antes incluso cambios de última hora, con lo cual no podía reservar billetes a buen precio y siempre estaba con la duda de si tendría días suficientes. .¡pero aquello acabó! Decidí dejar el trabajar para otros y con una mano delante y otra detrás lo que no dudé fue en irme a Hong Kong vía rápida pasando por Estambul ,no había vuelo directo.
Nada más llegar ya me sentía en un mundo aparte, tengo que reconocer que las sensaciones no fueron muy buenas, mucha bruma, contaminación y calor te sacudía la cara nada más bajar del avión.
Hong Kong es una ciudad muy dedicada a los negocios, a las corporativas y a los bancos, tiene unos edificios alucinantes, grandes rascacielos un skyline sorprendente,tanto que te hace sentir pequeñito .Dicen que es un sitio con mucha energía y que los edificios representan a las agujas de acupuntura, y pretenden mantener el feng shui para que así los negocios tengan más ganancias.Yo no siento que el feng shui sólo trate de eso,sino de armonizar las energías para un bienestar espiritual.
Me propusieron un plan que sonaba muy interesante y diferente, una Junk Party: alquilar un barco entre un grupo de gente e ir a una de las islas alrededor,anclar y hacer deportes acuáticos.La verdad es que me lo pasé pipa..¡muy divertido!
Lo increíble fue que nos juntamos gente de muchas parte: chinos,filipinos,japoneses,españoles,suizos,franceses..un popurrí muy interesante. Cada uno llevaba su comida y su bebida y compartíamos.
Pero cuando acabó la fiesta todos se fueron del barco, no sé porque me quedé la última en bajarme.Vi como estaba lleno de bolsas de basura pero también de comida que nadie la había tocado, totalmente envuelta y sin dar un bocado.
Me vino a la mente el paisaje de Hong Kong esos rascacielos, mucho lujo, derroche de dinero, pero también esas personas pidiendo debajo de los puentes y bocas de metro, eran caras que no podía olvidar.
Así que algo en mi me dijo..coge esa comida no la dejes y llévasela a alguien..irás cargada con las bolsas pero seguro que te encontrarás por el camino a alguien que realmente lo necesite. Así que escuché esa vocecita que muchas veces me habla y pillé los bocadillos.
La persona con la que iba empezó a decirme que lo dejara allí que iba a ir cargada y que daba igual dejar aquello..pero yo cabezona no hice caso.
Cogimos el metro, lleno de gente, mucha gente, son latas de sardinas. Asia es brutal para eso..y yo con los bocadillos…
Bajé del metro y fui a la puerta de salida por un túnel. A lo lejos ví algo que me hizo sentir: aquí esta esa persona que tanto deseabas ayudar.. era un niño de unos dos añitos, tenía la cabeza y la cara llena de erupciones, creo que tenía una enfermedad de la piel muy grave ,y su madre al lado. Los dos pidiendo, ¡se me partió el alma!
Me acerqué y le di los bocadillos, se lanzaron a por ellos como desesperados..y yo y la persona que iba conmigo nos emocionamos. Me sentí de una forma muy especial, creo que fue el momento más pleno que tuve en todo el viaje.
Al llegar a casa la persona que iba conmigo me dijo :Nerea me has dado una buena lección. Yo no pretendía dar lecciones a nadie, ni siquiera estaba yo segura de lo que estaba haciendo, pero la lección también fue para mí, porque si quiero que los demás ayuden tengo que empezar a ayudar yo. Todo se contagia.. hasta la hermosura!
Aquí te dejo una imagen de la vista alucinante de los edificios de Hong Kong por la noche
Con cariño
NereaPanera
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